La aerotermia es una energía renovable que aprovecha la energía térmica existente en el aire y la transfiere hacia el interior de la vivienda para proporcionar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, en función de cuáles sean las necesidades de confort de la vivienda.
¿Cómo funciona?
A través de la bomba de calor aerotérmica, una tecnología eficiente y sostenible que consigue ahorros muy significativos en el gasto energético del hogar y reduce las emisiones directas de CO2.
¿Por qué una bomba de calor ahorra energía?
Porque las bombas de calor aerotérmicas son sistemas de alta eficiencia energética que pueden transformar una unidad de energía eléctrica en 4 o más unidades de energía de calefacción. Por este motivo son altamente eficientes y garantizan un alto rendimiento incluso con temperaturas exteriores bajas.
Otra de sus ventajas es la gran versatilidad de las bombas de calor aerotérmicas para combinarlas con emisores térmicos como radiadores, fancoils o suelo radiante, lo que permite conseguir un alto grado de confort en la vivienda funcionando con temperaturas de calefacción bajas, un sistema de gran eficiencia energética que permite obtener importantes ahorros de energía sin renunciar al confort.
No sólo la eficiencia y el ahorro que consiguen son las razones para apostar por la instalación de bombas de calor en instalaciones domésticas, este sistema al usar una energía inagotable, como es el aire, no genera emisiones directas de CO2 y es por tanto un sistema que contribuye a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero.
Sistemas híbridos. La clave.
La versatilidad de las bombas de calor le permite combinarse con otros generadores como calderas de gas o gasóleo. Esta cualidad permite aprovechar la caldera existente en la vivienda y conectarla con una bomba de calor, formando lo que se conoce como un sistema híbrido de calefacción. La combinación de ambos aparatos permite conseguir importantes ahorros energéticos, que pueden alcanzar hasta un 60% respecto a otros sistemas que usan solo calderas de gas.
Hay que tener en cuenta que los sistemas híbridos cuentan con las ventajas de las dos tecnologías. Por un lado, mantener la vivienda en condiciones óptimas de confort a través de una energía eficiente y renovable como la aerotermia. Por otro, recurrir a la rapidez y eficiencia en la generación de calefacción y agua caliente que ofrecen las calderas, realizando el aporte calorífico necesario cuando con temperaturas exteriores muy bajas la bomba de calor no obtiene un buen rendimiento.
La incorporación de regulación electrónica permite al sistema híbrido ofrecer un mayor rendimiento ya que en función de parámetros como el coste de la energía o la temperatura exterior, el sistema elige con qué es más rentable funcionar en cada momento, ¿con la caldera de gas o gasóleo o con la bomba de calor?
De esta manera se optimiza el ahorro de energía, ya que sólo se requerirá el uso de la caldera de gas cuando se necesite un mayor aporte de potencia. El resto del tiempo la bomba de calor mantiene la climatización de la vivienda a la temperatura adecuada y responde en función de la demanda que se haga de calefacción, refrigeración o ACS (agua caliente sanitaria).
Grandes posibilidades para combinar con otros sistemas a baja temperatura, hacen de los sistemas híbridos un sistema de climatización que proporcionan calefacción, refrigeración o ACS según sean las necesidades y que consigue una gran eficiencia energética en todo el conjunto de la instalación, con un gran potencial de ahorro.